Este es uno de los negocios más viejos y descuidados del barrio, don Remigio Páez Rodríguez, a pesar de sus 77 años lo atiende bien y toma además fotografías con una cámara de cajón marca Pathe que compró en 1920, a decir de él, con tanta gente fea, tiene a veces que hacer verdaderos milagros para que cuando ésta vea el trabajo, se vaya contenta. Si usted quiere enterarse de la vida de algún vecino del barrio, pregúntele a él, según decir de algunas damas, el viejito es "medio chismoso y rabo verde". Para don Remigio, le cuesta más trabajo retratar a las mujeres que a los hombres, ellas si no están bien peinadas, no se toman la foto, en cambio los hombres aunque estén feos y gordos, piensan que siempre salen bien.